Vieiro das mámoas. Serra do Laboreiro. Un sábado frío, muy frío, niebla. 16 de diciembre de 2017.
Outerio de Aguas, puerto de montaña de la provincia de Ourense y límite de los concellos de Verea y Bande, una de las muchísimas entradas en A Serra do Laboreiro. Una sierra muy especial para mí.
Perfiles suaves, consecuencia de la erosión prolongada que hizo que afloraran masas graníticas, bolos y grandes bloques como pueden ser los de Penagache o A Pedra de Anamán.
Además, es la Sierra entre España y Portugal, a Raia Seca, que en forma un altiplano o planalto como se denomina en Portugal, con alturas en muchos casos superiores a los 1.200 metros sobre el nivel del mar.
Vieiro das Mámoas.
La Serra do Laboreiro, frontera entre Ourense y Portugal, es un manual sobre prehistoria, ya que reúne más de 130 monumentos del año 4300 antes de Cristo, y el uso del suelo sigue siendo el de alimentar una gran cabaña ganadera con pastos renovados cada año como en la prehistoria, explica el arqueólogo José María Eguileta.
José María Eguileta trabajó entre los años 1988 y 1994 en la prospección, inventariado y catalogación de los más de 200 monumentos prehistóricos de la Baixa Limia, repartidos entre la Serra do Laboreiro y el cercano valle del río Salas, entre los que están aquellos que la Xunta declarará Bien de Interés Cultural (BIC) en pocos meses.
Entre ellos están varias "mámoas" o "túmulos" -montículos de tierra y vegetación que cubren un dolmen funerario formado por varias piedras verticales cubiertas por otra horizontal- de la cadena del Laboreiro, como las llamadas "Mota Grande" y "Motas de Penedo da Canteira", en Verea.
La comarca de A Baixa Limia concentra el mayor número de monumentos megalíticos de toda la provincia. Eguileta resalta que la densidad media de estas construcciones es de 0,4 por cada kilómetro cuadrado en la zona. "La Serra do Laboreiro destaca con una densidad de 4 megalitos por kilómetro cuadrado". El arqueólogo explica que esta concentración se debe a que la abundancia de agua permitió desarrollar una ganadería que se benefició en la prehistoria del uso del fuego como renovador del suelo, ya que la ceniza fue abono periódico para nuevos pastos, garantizados por el encharcamiento permanente de la zona. "Ese uso facilitó el asentamiento de comunidades que dejaron su huella en forma de dólmenes cubiertos ahora por túmulos o "mámoas", que además de monumentos funerarios para la familia prehistórica, eran la marca de propiedad del terreno y una referencia en los desplazamientos en busca de nuevas zonas de pasto", resalta. (Fuente Faro de Vigo)
Iniciamos nuestro recorrido en Outeiro de Augas, buscando como punto de referencia el vértice geodésico portugués Pau a 1268 m. por tierras del megalitismo, a uno y otro lado de la frontera. En algunos casos las motas son referencia para los mojones que delimitan ambos países. El megalitismo arraiano. En la frontera caminamos por parte interior de la valla metálica en territorio portugués, recién colocada (Ouroso) hasta Pau. Pronto divisamos el grupo de motas en la zona portuguesa y en la parte española.
A Mota grande es una de los túmulos funerarios más grandes de Galicia y está ubicado, justamente, en A Raia Seca. También conocido como el conjunto megalítico de la Portela do Pau, en la Sierra do Laboreiro, en el ayuntamiento de Verea, tiene 4.000 metros cúbicos de volumen total, 52 m. de diámetro y los 4 m. de altura conservados. Con este tamaño pasa por ser una de las mámoas más grandes de Galicia. Al otro, lado en zona portuguesa está un grupo de mámoas del Alto da Portela do Pau
Desde este lugar regresamos por otro lugar para ver el conjunto de las Mámoas dos Penedos da Canteira en tierras de Verea.
Como resumen en esta zona podemos apreciar: A Mota Grande, Mámoas de Outeiro de Ferro, Mámoas dos Penedos da Canteira y las Mámoas de Portela do Pau.
