Oligopolio eléctrico.
Se puede cambiar.
La electricidad es un bien perfectamente homogéneo, es el mismo que
ofrecen los oligopolistas. El negocio está servido. Un gobierno al servicio de
todos, puede mediar y arbitrar sobre este abuso.
Solo existen unos cuantos oferentes de electricidad. Estos parece
que de manera individual no son capaces de establecer el precio, pero pueden
influir en el precio de las subastas haciendo colusión, esto es,
poniéndose de acuerdo con el resto de los competidores.
El nivel de precios es pactado por los competidores oligopolistas,
mediante acuerdos opacos donde el precio es más alto y las cantidades ofertadas
menor. Picos de verano y picos de invierno. Pero, para que otros oferentes que
quieran entrar en este mercado eléctrico, las barreras son insalvables. Un
bunker en situación de posición dominante impiden que otros puedan participar.
Conclusión clara: La utilidad total
para los agentes (consumidores) es menor. Los oligopolistas maximizan su
utilidad, al conseguir que los compradores paguen un precio mayor. Si no
queremos pasar frío en plena ola de frío, deberemos pasar por la caja
oligopolista. Ídem con temperaturas
altas.
Quebranto social por
parte de los oligopolios: Producen ineficiencia en los mercados porque ni la cantidad
producida ni el precio son los óptimos del mercado. Es una
obligación de los poderes públicos garantizar una política energética
sostenible y al alcance de todos los sectores económicos.
Que puede hacer el
Gobierno de España. Puede legislar para mejorar y hacer justicia con sus ciudadanos.
En tanto en cuanto no se garantice un mercado eléctrico competitivo, se debería
tomar ciertas medidas:
Crear un verdadero
bono social para los más desfavorecidos, en función de la situación socioeconómica
y de las rentas. Que no tenga que ver, como como en el pseudo bono social
vigente, la potencia contratada.
Reclamar es una
auténtica odisea. Si tienes la desgracia de que atiendan personas diferentes, recibirás
soluciones diferentes, que nada tienen que ver con tu reclamación. Urge la
creación de un arbitraje eficaz y rápido que soluciones los conflictos frente a
las empresas oligopolistas.
Peajes. No entiendo porque
tienen que imputar a mi recibo de luz costes que no son imputables al consumo
de electricidad. Urge una rápida desvinculación. En los presupuestos generales
del estado se puede establecer partidas sobre ese particular.
Si no hay mercado eléctrico
competitivo, y no lo hay, es de vital importancia mantener la tarifa regulada
por parte del Ministerio para luchar, proteger a los consumidores frente al
mercado libre dominado y acaparado por cuatro o cinco eléctricas.
Equilibrio. Es tarea
inaplazable del Gobierno de España establecer un plano de igualdad entre
consumidores, distribuidores y comercializadores donde siempre sale perdiendo
el consumidor.
Propiciar
definitivamente el cambio de modelo energético. Políticas de
eficiencia energética, nuevas energías, elección de las suministradoras más
competitivas y favorecer de manera clara la discriminación horaria.
Como se fija el
precio de la energía. Es algo desconocido. Tiene que existir un método de costes de
estructura, fijos, variables…etc. Es de justicia pagar lo que realmente cuesta
la energía y que las compañías cobren lo que cuesta su producción. Los costes
de producción es un tesoro guardado que no interesa que los consumidores
conozcan. Algún motivo habrá.
La energía es un
sector estratégico, no puede quedar en manos de unos pocos. Debe de intervenir el
Estado.