Firma primeros decretos. Fuente Reurters |
Viernes, 20 de enero de 2017. Estados Unidos estrena presidente
La economía del Tío Sam estrena nuevo presidente. El señor Trump
toma posesión de la presidencia de los Estados Unidos, no sin cierta polémica y
recibe una economía mucho más saneada, estable y sólida que la recibida en las
anteriores tomas de mandato. Obama le deja un buen legado, aunque con algunas
sombras.
Donald prometió en su campaña que conseguirá que la economía
americana crezca a tasas del 4%. Será una política expansiva. Tal vez este
hombre no tenga en cuenta que la fuerza laboral americana se está envejeciendo,
que el dólar no está precisamente barato para que favorezca la exportación
americana como pueden ser las manufacturas. Es cierto que, desde la recesión
más acentuada en 2007, la economía ha crecido, pero de manera muy moderada, con
crecimiento de los ingresos de las familias americanas de forma relativamente
modesta. El paro ha caído al 4,7%, lo que representa el mínimo en casi una década.
El contexto económico actual americano parece optimista. El alza de
la confianza de los consumidores, la confianza empresarial, el aumento de las
ventas de coches, el aumento de las ventas minoristas, el alza salarial, el
aumento de los ingresos de las familias y la bajada del desempleo, son síntomas
muy positivos que parece que fortalecerán la economía al otro lado del
Atlántico. Tampoco podemos olvidar del
aumento de la construcción de viviendas y los desembolsos en capital que son
esperanzadores.
El nuevo presidente pescó votos en ciudades pequeñas, en lo rural,
en personas de baja cualificación y personas desfavorecidas, excluidas con
falta de oportunidades. Menos oportunidades para los que no pasaron por la
universidad. Y los universitarios tienen una alta tasa de endeudamiento. Otro
dato sombrío es la tasa de propietarios de viviendas, que está en mínimos de cincuenta
años.
Los acuerdos de libre comercio ¿aparcados? Las amenazas de los
aranceles serán solamente bravuconadas típicas de campañas electorales
agresivas.
Los avisos a navegantes parece que si han funcionado. Ford anunció
el pasado tres de enero que canceló sus planes de construir una planta en
México después de recibir críticas del presidente Trump. General Motos, Toyota y
Fiat Chrysler manifestaron que planean aumentar su inversión en los Estados
Unidos, aunque los responsables de dichas firmas dijeran que las medidas no se
deben a las presiones del multimillonario Trump. Dicho está, tomando nota.
En una entrevista en el WSJ el magnate dijo: “estoy estableciendo las
pautas para cientos de empresas”. Aviso reiterado a navegantes.
El señor Donald también ha sido crítico con la Reserva Federal
Americana. Criticó la política monetaria de tipos bajos. La señora Yellen al frente
de la Fed, si se consolida un mayor crecimiento económico, será capaz de tomar decisiones de
subidas de tipos tal vez dos veces en el año. Veremos. Las incertidumbres vuelan sobre la economía americana.