Ponte Navea en las tierras de Trives. Domingo 15 de enero de 2017
Ponte Navea, pueblo abandonado a un lado y al otro del río Navea es
nuestro destino en el día de hoy. El estrecho valle por el que discurre este
río hace de frontera municipal entre los concellos de San Xoan de Río y el de A
Pobra de Trives, antes de entregar sus aguas al Bibei.
Cruzar y llegar a las tierras de Trives no era tarea fácil en la antigüedad,
tierras sinuosas y de grandes bosques. Desde el Bierzo no era fácil llegar o seguir.
Zona poblada por una tribu galaica llamada Tíburos y su ciudad era Nemetóbriga
(bosque sagrado).
Por Ponte Navea pasa la Vía
Romana XVIII que unía Artúrica con Bracara construida en el siglo 80 a de C.
por los emperadores Tito y Domiciano. El puente parece ser que fue modificado y
estrechado en la edad media. Fue paso de
peregrinación a Santiago, según los expertos, porque en la parte de Trives hay
una capilla en la que figura la cruz de la Orden de Malta que se encargaba de
la vigilancia de los peregrinos. La capilla da culto a nuestra señora de la
Encarnación.
Nuestro principal destino es
Pena Folenche para conocer este pueblo y subir al mirador desde el que se
divisan excelentes vistas en todo el contorno. Valle del Navea, Cabeza de
Manzaneda, Peña Trevinca, Serra do Burgo, Tierras de San Xoan de Río.
Aprovechamos para llegar al vértice geodésico de A Portela, que
está rodeado de maleza.
El regreso lo realizamos por la ruta de los Sequeiros rodeados de
vegetación autóctona y especialmente de castaños, muchos centenarios. Colorido
típico del invierno donde predominan árboles de hoja caduca.
Una parada para apreciar los Sequeiros.
“Los sequeiros, secaderos de
castañas, son construcciones tradicionales que poseen una peculiaridad muy
especial, sólo se ocupaban durante dos meses al año, en los meses de
recolección de las castañas con los primeros vientos del otoño. Por este
motivo, los Sequeiros de Pena Folenche cumplían una doble función, la
principal, el secado de las castañas, y la otra obligada, acoger a las personas
encargadas de realizar este trabajo procedente en su mayoría de pueblos
contiguos a A Pobra de Trives: San Xoán de Río, Chandrexa de Queixa y
Manzaneda.
Para adentrarse en
este excepcional conjunto etnográfico de sequeiros desde una perspectiva más
amplia, proponemos en primer lugar subir al mirador de Pena Folenche y otear el
vasto bosque de ambos tramos del Valle Navea, entre San Xoán de Río y A Pobra de
Trives. Después iniciamos nuestro recorrido por un camino de tierra imbuidos en
plantaciones de castaños, asentados en algunos casos en auténticos bancales de
piedra, similares a los del cultivo del vino.
El proceso de secado
de las castañas pretendía prepararla para su almacenamiento. En el primer paso,
se ahumaban las castañas colocándolas en la parte superior de la estructura de
madera del sequeiro, justo debajo del fuego de la cocina. Una vez secas, lo
siguiente era más expeditivo, se introducían las castañas en un saco de tela y
se golpeaba contra una superficie dura, piedra o tocón, hasta conseguir separar
la cáscara de la castaña. Por último, las castañas se cribaban en un cesto
hasta que acaben limpias” Fuente: Guíasilbibeinavea.es
Casi doce kilómetros por parajes bonitos.
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