Buenas noches.
Los resultados de las elecciones al Parlamento
Europeo de ayer domingo, no han sido del todo sorprendentes, pero si un poco
preocupantes. De alguna manera son un shock al sistema de la Unión. Los
llamados partidos euroescépticos, de ultraderecha radical y populista,
obtuvieron sus mejores resultados hasta la fecha en unos comicios a nivel
continental. Francia y Alemania, tendrán que reflexionar sobre lo acontecido.
Macrón movió ficha y convocó elecciones legislativas anticipadas en el país
galo. No sería descabellado pensar que podría verse forzado a una cohabitación
con el partido de Le Pen. Sabemos que la cohabitación en Francia es una
conveniencia forzosa entre el Presidente y Gobierno pertenecientes a distintas
familias políticas.
Jacques Chirac durante sus
mandatos como Presidente y como primer ministro tuvo que cohabitar con la
oposición. En 1997 disuelve la Asamblea y convoca elecciones legislativas
anticipadas. Los votantes le castigan y el socialista Lionel Jospin se
convierte en primer ministro. La tercera cohabitación, la más larga; dura cinco
años, desde 1997 hasta 2002 que presenta su última candidatura a la
presidencia. Una batalla con una segunda vuelta sorprendente: Chirac gana por
abrumadora mayoría al ultraderechista Le Pen.
Los europeos han hablado claro
sobre la Unión. Quieren que la Unión Europea les sirva mejor y no sea un retiro
dorado de prebostes y elefantes.
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