Sábado, 23 de febrero de 2019. Grobas la aldea abandonada.
Otra jornada en A Serra do Candán. La construcción del parque eólico Gamesa modificó notablemente esta sierra. Ahora es más fácil llegar a la aldea de Grobas, después de que en año 1969 abandonara el lugar la última familia. Esta aldea perdida en O Candán se esconde en un valle fértil y profundo entre el monte Coco y el alto de San Benito o Alto do Candán que es vértice geodésico. Se llega tras una pendiente pedregosa zigzagueante.
En otros tiempos hubo comercio de estaño y de carbón, hornos de pan, frutales. Era un valle profundo pero fértil. La luz y la carretera nunca llegó. Los moradores abandonaron el lugar y devolvieron el espacio sisado a la naturaleza. Y es la vegetación la que se adueñó de este paraje.
Silencio total, casas en ruinas al lado del Rego das Grovas.
En el pueblo fantasmas de Grovas sobresale una chabola refugio con una bandera. Un lugar de descanso en medio de la nada, para que los visitantes encuentren unos bancos, mesas y parrilla. No hay luz. Desconozco a quien pertenece y quien lo mantiene ordenado.
Solo se pide respeto, civismo a cambio de la estancia. No ensuciar, llevar la basura, limpiar, utilizar y no llevar. Cerrar al marchar.
Toca subir hasta el alto de San Benito, disfrutando de este lugar.
Jan Dirk Hilgen
En O Candán se esparcieron las cenizas del geólogo Jan Dirk Hilgen y las de su esposa, lugar en el que figura una placa de cada uno. Las cenizas volaron y están depositadas sobre las rocas que Jan Dirk Hilgen observó tantas veces.