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| Trancoso |
Lugar donde se respira tranquilidad, en tiempos pretéritos fue lugar de luchas, batallas por la independencia. Trancoso fue escenario de batallas decisivas, y también beneficiaria de privilegios. Alfonso Enríquez le otorga la Carta de Foral; Alfonso III la Carta de Feria. Y el Rey Dinis construye las murallas que protegen un burgo en el que han convivido judíos y cristianos. Por eso se puede decir que Trancoso surgen al amparo del Castillo y Trancoso fue una de las principales villas del Portugal medieval, dado que su localización estratégica era fundamental para la preservación de la independencia nacional y el mantenimiento de las fronteras.
Realizamos un recorrido por este lugar observando las construcciones y el laberinto de calles que todavía conservan el espíritu medieval con su imponente castillo con sus quince torres para proteger la frontera del reino.
Situada en lo alto de una meseta, desde donde se puede ver un vasto territorio entre la Serra da Estrela y el valle del Duero, Trancoso se desarrolló en torno a su castillo, fundado en el siglo XVI - VIII-IX.
A lo largo de la Edad Media, fue un lugar estratégico-militar de suma importancia, instalado en una inestable región fronteriza, donde se desarrollaron diversos conflictos y batallas, primero entre cristianos y musulmanes y, más tarde, entre Portugal y los reinos vecinos.
Con Fuero otorgado por D. Afonso Henriques (1162-65), en los primeros tiempos de la nacionalidad, Trancoso ya era una de las principales villas de la región. Sería también un importante centro comercial, donde desde D. Afonso III (1273) se celebraba una de las ferias gratuitas más antiguas y populares del reino, perpetuada en nuestros días por la famosa Feira de San Bartolomeu.
Durante el reinado de este monarca y/o de su hijo, D. Dinis, quien celebró aquí sus bodas con la Santa Reina, Dª Isabel de Aragón, en 1282, Trancoso fue objeto de una profunda reforma urbanística, que orientó todas de su desarrollo urbano hasta mediados del siglo XX. Seguidamente se amplió el cerco amurallado original de la villa y, en su interior, se diseñó una trama urbana que tendía a la ortogonalidad de calles y manzanas.
Durante la crisis dinástica que siguió a la muerte del rey Fernando, Trancoso fue escenario de una de las páginas más fascinantes de la historia de Portugal: el 29 de mayo de 1385, un pequeño ejército dirigido por Gonçalo Vasques Coutinho, alcalde de Trancoso, derrotó al poderoso ejército castellano cerca de la villa, contribuyendo a consolidar la autoridad del Maestre de Avis, D. João, y a reforzar la viabilidad de la causa portuguesa encarnada en él.
Más tarde, en 1510, la villa recibió un nuevo fuero de D. Manuel I, adaptándose así a las nuevas exigencias de los tiempos modernos.
Con la instalación de la Inquisición en Portugal (1536), la villa de Trancoso, que albergaba una de las comunidades judías más numerosas e importantes de las Beiras, vivió momentos de enorme agitación social, que se prolongó durante siglos. XVII y XVIII. A pesar de todo, también fueron tiempos de gran dinamismo, en los que se asistió a una intensa renovación de los edificios de la villa.
Más recientemente, Trancoso no ha sido pasado por alto por los muchos otros acontecimientos que han marcado la historia de Portugal, de los que son un ejemplo, ya en el siglo XIX, las invasiones francesas y las luchas entre liberales y absolutistas.
Con un pasado distinguido e ilustre, la villa también se destacó por estar asociada a numerosas figuras históricas y legendarias, como: João Tição, Gonçalo Vasques Coutinho, Magriço, Gonçalo Annes Bandarra, Gonçalo Fernandes Trancoso, Fernando Isaac Cardoso, entre otros.
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