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| Pozo Caido - Río Pacín - Xurés (Entrimo) |
Estamos en el concello de Entrimo, en la preciosa área recreativa del río Pacín, también llamado río Casal (ou o río da montaña). Este río nace en A Serra, el alto de Gestosa (1336m, vértice geodésico del Planato portugués) y O Codesal (1334m, vértice geodésico de Lobeira, España). Sus primeras aguas son de Portugal, A Corga do Azevedo en As Barreiras Brancas, siendo frontera entre el país Luso y España complementando a los marcos de a Raia Seca.
Partiendo de la playa fluvial del río Pacín, donde hay un aparcamiento y un área recreativa, seguiremos por un sendero y nos adentraremos en un bosque donde hay unas identificaciones de los árboles, lo cual me pareció divertido porque siempre es bueno saber qué especies estamos viendo.
Llegamos a una parte bonita con un puente de madera y vemos un cartel de pozos dos cirolos, unos 300 metros para llegar, una zona con varios pozos que es apta para bañarse. Nosotros no visitamos os Cirolos. Cruzaremos el puente de madera y giraremos a la derecha donde tenemos un cartel de Castro de Os Castelos que será nuestro próximo punto de interés, hasta allí subimos por el bosque de pinos y donde los helechos nos cubren y hacen parecer que estamos en una selva. Vamos subiendo poco a poco y zigzagueando al principio.
Llegamos a una carretera y en pocos metros comenzamos el recorrido por un camino amplio y desviaremos del mismo para subir al Castro de Os Castelos; a través del paisaje nos daremos cuenta de que es una zona con muchos cantos rodados, bolos típicos que son afloramientos rocosos graníticos, uno de los elementos del paisaje de la Serra do Xurés.
Llegamos al desvío al castro, tenemos que subir por un pequeño sendero y recorrer unos 200 metros hasta llegar al yacimiento arqueológico. O Castro dos Castelos; son vestigios de un pueblo que habitó allí en la época de los Castros (poblamiento de la edad del cobre y del hierro) y podemos ver en estas ruinas que las casas eran de construcción circular.
Continuando la ruta, volveremos al camino y continuamos, esta vez, hasta Castelo da Pia da Moura. De este sitio ahora solo quedan los cantos rodados naturales que ya existían allí y un rastro de escaleras hechas en piedra. Se aprovechó el afloramiento rocoso, colocando luego encima una torre de construcción medieval, cima que se beneficiaba de la espectacular vista sobre el parque nacional de Peneda-Gerès, lo que servía para las defensas. Vistas hermosas desde este promontorio.
Siguiendo de nuevo el camino, existen enormos bolos graníticos con nombres como Penedo das letras, Penedo da Pingada, Penedo dos Posaoiros y entre otros.
Bajamos por un camino que en tiempos pretéritos tuvo que ser importante, primeramente, con fuerte pendiente y después menos vertical, siempre rodeados de vegetación exuberante. Llegamos a un cruce y giramos a mano derecha para visitar Pozo Caído, un pozo enorme con una cascada, rodeado de vegetación autóctona que hacen de este espacio un lugar maravilloso. Al lado una balconada con mesas y asientos para disfrutar de un buen picnic.
Regresamos al cruce para continuar con destino al área recreativa por un lugar boscoso, lleno de encanto, pasando al lado de A Poza de Aire, singular construcción que tiene sus orígenes en la época romana y posteriormente en el siglo XVII para controlar la salida de agua, como si fueran vasos comunicantes.
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