Domingo, 25 de enero de 2015. Santo Estevo de Ribas de Sil – San Xoán de Cachón
Mañana fría. Santo Estevo
es el Monasterio por antonomasia de la Ribeira Sacra.
Una suma de estilos y épocas, reflejo de
sus momentos de mayor esplendor. La Iglesia es
románica; el Monasterio cuenta con tres claustros: el de los Obispos, con estilo románico
y gótico tardío; los otros dos claustros son renacentistas. Las fachadas de la
Iglesia y del Monasterio son barrocas. Actualmente, es Parador
Nacional de Turismo que, en época de invierno, permanece cerrado. Hoy lo
estaba.
Desde la Plaza
del Monasterio (cruceiro) parte la Ruta de San Xoán de Cachón (cartel explicativo). Recorre
la ladera que baja desde el Monasterio de Santo Estevo hasta el río Sil.
Descendiendo entre castaños, se adentra luego en
un bosque en el que conviven robles, castaños, alcornoques y
madroños. Un desvío conduce a las ruinas de la ermita de San Xoán de Cachón, quizá origen del
monasterio de Santo
Estevo. La acusada pendiente, ofrece
unas inmejorables vistas panorámicas sobre las laderas del cañón del Sil,
cubiertas de exuberante vegetación, en esta época dormida,
próxima a despertar. Nos desviamos para ver lo poco que queda de la ermita de San Xoán de Cachón
para continuar el descenso hasta la carretera local que bordea el cañón del Sil. Al otro lado del río el pueblo de San Cosmede (camino de los monjes: (Monasterio de Pombeiro-San Cosmede-San Xoán
de Cachón-Monasterio Santo Estevo). Otras épocas se cruzaba el río.
Después de caminar un rato por la carretera, nos desviamos a la derecha (Caminos Naturales) para subir
poco a poco a Santo Estevo. Un lugar paradisíaco,
recorrido de ocho kilómetros con fuerte desnivel paro de escasa
dificultad y realizable durante todo el año.
Cada vez que acudes, te parece diferente. La magia
existe en la Ribeira Sacra.VER TRACK DE LA RUTA