La Unión Europea no debería ceder ni un ápice ante el Reino Unido, Los británicos quieren las bondades de estar dentro y fuera. Una posición egoísta endurecida desde la llegada al poder la semana pasada, como primer ministro, Boris Johnson. Las bravuconadas de un personaje excéntrico que ofrece un paraíso económico idílico fuera de la Unión, insistiendo que el Reino Unido saldrá del bloque europeo por las buenas o por las malas; con o sin acuerdo. Y mantiene como fecha de salida por las bravas el próximo 31 de octubre de 2019. La Unión Europea deberá mantener firme su postura ante un pseudo predicador que no mide los riesgos del desacuerdo.
Si miramos a la libra esterlina, observamos que continúa su tendencia bajista hasta mínimos históricos de dos años frente al dólar americano. La GBP, moneda más antigua en circulación, cotizaba antes del referendun sobre la Unión Europea de 2016 a 1,50 dólares usa. En estos momentos cotiza a 1,2460 dólares usa.
Esta bajada de la libra, más acentuada en estos últimos días, es consecuencia de que el Gobierno afirmara que el Reino Unido no hablará ni dialogará con la Unión hasta que se suprima la cláusula irlandesa.
La cláusula tiene la finalidad de evitar una frontera física entre las dos Irlandas después del Brexit, manteniendo a Irlanda del Norte con algunas normas del mercado único y la unión aduanera. El resto del Reino Unido quedará fuera es estos espacios económicos. Esta cláusula no gusta ni a los unionistas pro británicos ni a los conservadores de Irlanda del Norte porque temen cierto aislamiento indefinidamente.
Los primeros ministros de Irlanda y Británico (Leo Varadkar y Boris Johnson) hablaron por teléfono después de casi una semana de la toma de posesión del Boris Johnson. Con dos puntos de vista diferentes; Leo Varadkar exigió que Gran Bretaña respete el acuerdo de divorcio / separación alcanzado con la Unión Europea el pasado año. Boris Johnson quiere renegociar sí o sí con la Unión, de lo contrario, habrá una retirada en bloque el 31 de octubre. Todo un desafío y amenaza en toda regla.