De mar de fondo a marejada y fuerte marejada. Todo muy confuso en Grifols.
Un valor impoluto en tiempos pretéritos. Ahora desconcierto entre los inversores. Las cosas no pintan bien para el gigante farmaceutico español. Debilitado por acusaciones graves por Gotham City Research en el pasado mes de enero.
El grupo ha presentado unos resultados que han acelerado las dudas de que su contabilidad sea un fiel reflejo de su veracidad económico - patrimonial. Anuncia un dieciséis por ciento de Ebitda y un incremento de las ventas anuales de un once por ciento. Y manifiesta que sus cuentas no han sido auditadas y que tendrán el informe de auditoría antes del día ocho de marzo por parte de KPMG.
Al mismo tiempo se comunica una caída del setenta por ciento de los beneficios anuales, justificando este desplome de beneficio, por los costes de reestructuración excepcionales de aproximadamente ciento cuarenta y siete millones de euros. Todo suena muy confuso. Es importante conocer el flujo de caja y el endeudamiento real.
El valor entró en una dinámica diabólica con grandísima volatilidad con caidas historicas y recuperaciones en términos porcentuales muy relavantes.
Según CincoDías:
Una sociedad controlada por Grifols abonó un dividendo de 266 millones a Scranton.
El grupo asegura que no supuso salida de caja.
Grifols compró BPC Plasma en 2018 y posteriormente fue vendida a Scranton.
Atentos, muy atentos.
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