Un concello considerado de montaña, ubicado al noreste de la provincia de Ourense y al sureste de la comunidad autónoma de Galicia.
Al norte limita con Ribas de Sil (Lugo), Sur con A Pobra de Trives y Chandrexa de Queixa, este con Ribas de Sil y Pobra de Trives y al oeste con Castro Caldelas.
"Desde una arbolada esquina del interior de Galicia se controló durante tres largas décadas, hasta la aparición del GPS, en el 2000, la navegación marítima española. La torreta principal de San Xoán de Río, a cuatro kilómetros del pueblo, se apoyaba en otras “esclavas” instaladas en Salamanca, Asturias y Noia. Mediante el sistema Decca (de emisión de señales de radio de onda continua) la antena del pueblo ourensano permitía a los barcos encontrar su posición en el mapa.
Ahora, sobre las bases de las viviendas construidas para los fareros (ingeniero y técnicos y sus familias) se levanta un campamento, Los Biocos, que aprovecha no solo el ladrillo vista de los ocho edificios abandonados, sino además el espectáculo de la belleza violenta de la zona: las estrellas al alcance de las manos, las antiguas minas de oro romanas a cielo abierto (de ahí el nombre de Biocos que, en San Xoán de Río, y solo ahí, significa agujeros o huecos) y la visión del paseo a sus anchas de los corzos o lo de los zorros, en una zona declarada Paisaje Natural Protegido, a 200 metros del Bosque, en el Cañón del Sil, pero sin tocarlo, por donde no se cuela ni el sonido del motor de un coche". (Fuente: Concello de San Xoan de Río).
Nuestra actividad la iniciamos a la entrada del lugar de O Xunquedo, en una amplia explanada en la que está una fuente. Y un indicador de las minas de Os Biocos.
Realizamos un recorrido en sentido contrario al reloj por caminos típicos de la zona con bosque autóctono, salpicado de prados. Las minas de Os Biocos es uno de nuestros objetivos.
La mina de oro de los Biocos:
"El proyecto europeo ATLANTERRA desarrollado por la Unidad en Santiago de Compostela del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), ha permitido, con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la puesta en valor de la explotación romana de Os Biocos
La mina es una de las explotaciones auríferas más grandes de Galicia, y la reciente intervención patrimonial facilitando la accesibilidad a las labores, permite entender de un modo muy gráfico, el proceso de explotación del oro en tiempos romanos.
Os Biocos es una mina romana de oro realizada a cielo abierto sobre un yacimiento primario, es decir, en roca, localizada en el municipio de San Xoán de Río (Orense). Forma parte de un conjunto minero aurífero más amplio que se extiende a ambos lados del alto de A Moa, entre los municipios de Ribas de Sil y San Xoán de Río, en el que se documentan muchas otras labores romanas. La mina de Os Biocos es una de las explotaciones auríferas más grandes realizadas directamente sobre roca de Galicia, y la reciente intervención patrimonial ha facilitado la accesibilidad a las labores y la posibilidad de entender el proceso de explotación del oro en la antigüedad de un modo muy gráfico.
La puesta en valor de la explotación romana de Os Biocos es el resultado de la colaboración entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Unidad del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) en Santiago de Compostela, ejecutada con financiación europea en el marco del proyecto Atlanterra desarrollado por el IGME en Galicia. La investigación arqueológica fue llevada a cabo por el equipo del CSIC “Estructura Social y Territorio- Arqueología del Paisaje”, bajo la dirección de F. Javier Sánchez-Palencia y Brais X. Currás, mientras que Ángel Ferrero, responsable de la Unidad del IGME en Galicia, se ocupó del estudio del contexto geológico y minero-metalogenético, con la colaboración de Brais X. Currás. El trabajo se ha llevado a cabo en estrecha colaboración con el Concello de San Xoán de Río, que facilitó las gestiones necesarias para el trabajo en la zona y aportó apoyo técnico.
La actuación en Os Biocos forma parte también del proyecto de puesta en valor integral de la Vía Nova llevado a cabo por el equipo de investigación del CSIC para el IPCE del Ministerio de Cultura, y presentado en 2012. En ese trabajo se propuso la puesta en valor conjunta del trazado español de la vía, a través de la señalización de una serie de puntos especialmente significativos o ilustrativos de los diferentes aspectos históricos que se asocian a la historia de la calzada.
Como resultado de esta intervención, se ha trazado un itinerario para visitar la explotación. El recorrido parte de la aldea de O Xunquedo, donde se puede llegar fácilmente en automóvil desde S. Xoán de Río. A la entrada de O Xunquedo se ha situado un primer panel con información general y una descripción de la ruta. Desde aquí se inicia la visita, que se puede realizar en aproximadamente una hora, con un recorrido poco exigente y apto para visitas familiares y un amplio rango de edades. Se cuenta con paneles informativos situados al pie de la explotación que permiten entender el contexto geológico y cómo se llevaban a cabo los trabajos mineros, así como los procesos históricos asociados a la puesta en marcha de la minería romana en el Noroeste peninsular
El estudio llevado cabo por parte del CSIC, promovido y en colaboración con el IGME, en el marco del proyecto Atlanterra, ha permitido establecer una reconstrucción del proceso de explotación del oro en la mina de Os Biocos. Sabemos que los trabajos se llevaron a cabo mediante cortas de minado, una técnica a través de la cual, como explica Plinio el Viejo, la roca se va extrayendo por medios mecánicos, socavándola y abatiéndola con el empleo de mazos, cuñas y picos, así como con el posible empleo alterno de fuego y agua para calentarla y enfriarla y favorecer de este modo su ruptura por ese rápido cambio térmico.
Una vez abatida la masa de roca, al pie de los frentes de explotación, se haría una selección del material que contenía oro. El mineral así seleccionado era sometido a un proceso de enriquecimiento, seguramente en las proximidades de la mina, en el que se trituraba, se calcinaba, se lavaba y se molía. De esta forma se conseguía un concentrado muy fino que sería lavado en batea para obtener las diminutas partículas de oro.
La fuerza hidráulica era fundamental para arrastrar y evacuar fuera de la mina todo el escombro o material estéril no seleccionado. Esto se hacía a través de unos canales de evacuación excavados en la propia roca, que cuando es necesario podían ser subterráneos, a modo de túneles que atraviesan una masa de roca no explotada. Dichos canales de evacuación conducían todo el estéril hacia los valles, donde sería arrastrado por los ríos.
El análisis de la explotación permite establecer un cálculo de la cantidad de roca extraída: entre 1.290.000 - 1.935.000 m3. No existen cálculos específicos en la mina que permita conocer la ley aurífera media, y poder establecer la cantidad oro contenida en 1 m3. Si tenemos en cuenta los valores medios para los yacimientos auríferos en contexto primario (en roca) se puede establecer que de la explotación romana de Os Biocos se extrajeron entre 774 y 1.161 kg de oro (si se considera una riqueza media de 600 mg/m3).
La mina de oro de Os Biocos ejemplifica los procesos de transformación histórica que tienen lugar tras la conquista del Noroeste por parte de Roma. El Imperio Romano se extendió al Noroeste peninsular bajo el gobierno de Augusto, y tras el sometimiento de sus poblaciones, Roma puso en marcha una nueva organización y explotación del territorio y de las comunidades locales, que rompía totalmente con las formas de vida precedentes. Casi un siglo más tarde, la construcción de la Vía Nova al final del s. I d.C. muestra una nueva intervención para reordenar los mismos territorios y poblaciones al servicio de los intereses del Estado. En el Noroeste peninsular, Roma tuvo además un interés particular por la riqueza minera, y para poder explotar los recursos auríferos, impuso un sistema de tributación en el que las comunidades locales debían pagar a la administración romana con su trabajo en las minas".
Fuente: Instituto Geológico y Minero de España
Seguimos subiendo en busca del siguiente objetivo que es el monte Cerengo con su máxima altitud de 1.283 msnm. Es el punto más alto del concello de San Xoan de Río.
Límite de las provincias lucense y ourensana. Y, según los historiadores, punto de división de tres ciudades: dos dominantes Bracara Augusta (Braga), Lucus Augusti (Lugo) y Asturica Augusta (Astorga) estaba en esta sierra que hoy visitamos.
En el Alto del Cerendo se ubica el vértice geodésico incrustado en una caseta /mirador.
- Desde el Alto do Cerengo, se puede contemplar de una vista panorámica de 360° que incluye el valle del Sil, el valle del Navea, el río Bibei, y las sierras de Courel y Queixa, divisando en el sur la Cabeza de Manzaneda. También se observan localidades como A Pobra de Trives y San Xoán de Río, y hasta el pico de Pena Trevinca.
- Vistas hacia el norte: Se ven el valle del Sil, las montañas del Courel y el valle del Quiroga.
- Vistas hacia el sur: La Serra de Queixa, donde se destaca la Cabeza de Manzaneda, se vislumbra en esta dirección.
- Otras vistas: También se puede ver el río Navea, el río Bibei, y la localidad de San Xoán de Río, además de las sierras de Ancares, A Lastra y Soldón.
Abandonamos el Alto del Cerengo por una pista amplia y bien acondicionada que nos llevará a un tramo de una carretera local que, en muy poca distancia, abandonamos en dirección al lugar de Valados, perteneciente a la parroquia de As Cabanas, en el municipio de San Xoán de Río. Pasamos por el medio del pequeño pueblo con dirección al inicio de la actividad
Bonito recorrido próximo a los diez kilómetros con un ascenso /descenso aproximado de 360 metros.
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