Las acciones del
Banco Popular cerraron este último jueves (última sesión de la semana) con descenso
del 3,62% (0,611 €), en mínimos históricos. Desde el pasado lunes en caídas continuadas
para acumular un retroceso semanal
del 24,75%. Su flamante y nuevo presidente, señor Saracho, manifestó en
la junta general ordinaria la necesidad de una ampliación de capital o en
último recurso la fusión con otra entidad. La intervención del presidente junto
con la calificación de S&P, situando al Popular en B desde B+, han pesado negativamente sobre el valor. Su
posición en capital es débil.
Muchos inversores prefieren
consolidar / asumir pérdidas y marcharse del accionariado de una entidad que deberá realizar
una gran ampliación de capital que diluya el valor y aporte más minusvalías a
la participación accionarial.
Además, muchos especialistas en una maniobra extraordinaria pero
legítima apostaron por las posiciones
cortas, batiendo récord en los títulos del Banco Popular. El run run,
las filtraciones en forma de rumor están apresando el popular, con grandes
movimientos intradía y los cortos dominando claramente el título. La
cotización está totalmente rota, es un laberinto que según algunos foros puede
haber contagio de la banca española a pesar del buen hacer de ésta. Y es que
los mercados no dan tregua ni perdonan,
especialmente cuando el gallinero está revuelto.
Perder casi un 25% de su
capitalización en una semana de cuatro días de cotización es algo muy grave,
extraordinario y dramático. Quizás en otro momento seguramente habría sido
intervenido. La opinión general es que no será intervenido. Atentos.
Fuente: Investing |