La señora Christine
Lagarde en el acto organizado por el
Icex y el Club de Exportadores e Invesores de España (Foro Global) no dijo nada distinto: más de lo mismo. Recorte salarios, falta
progresividad en los impuestos, más impuestos indirectos, más china y menos
cohesión social. Algunas
pinceladas de esta Señora:
Lamentos
En España las heridas de
la crisis son profundas y tardarán varios años en cicatrizar.
Tal vez la herida más
notable es la del desempleo. Durante la crisis, el desempleo pasó del 8% en 2007
al 26% en 2013.
Casi 6 millones de
personas a las que les gustaría trabajar no tienen trabajo. La mitad de
ellas (3 millones) no trabajan
desde hace más de un año. Y cada día que
pasan sin trabajar son menores sus posibilidades de conseguir un empleo en el
futuro.
También es profundamente
angustiante ver que el desempleo entre los jóvenes está muy por encima del 50%. No hay nada
peor para los jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo que ver socavados sus sueños y su potencial por la lacra del
desempleo. Un largo período de desempleo durante la juventud deja cicatrices
personales, sociales y económicas a largo plazo, entre ellas una reducción del
ingreso vitalicio.
Deberes que
propone
En primer lugar, las
reformas del mercado de trabajo, que deberán profundizarse para que sean
beneficiosas para todos.
Tanto las empresas como sus trabajadores deberán tener la
seguridad de que podrán llegar a acuerdos adecuados sobre condiciones laborales
y salarios. Este factor es esencial para la protección y la creación de empleo.
También es necesario apoyar directamente a los
trabajadores, proporcionándoles capacitación para mejorar sus conocimientos
profesionales y asistencia a los desempleados para conseguir un puesto de
trabajo. Además, al reducir los costos
tributarios de contratar trabajadores, en especial los de baja
remuneración, los desempleados se enfrentarían a menos obstáculos para
encontrar trabajo.
El segundo ámbito está relacionado con la deuda, que debería
reducirse.
Para las empresas, esto significa ayudar a las que son
insolventes pero reestructurar la deuda de las que son viables, de manera que
puedan seguir operando y continuar invirtiendo y contratando a trabajadores.
Para el gobierno, esto significa seguir reduciendo el
déficit fiscal de manera gradual y favorable al crecimiento, especialmente apoyándose más en los impuestos indirectos.
Por último, el tercer ámbito es el clima empresarial, que debe reforzarse.
Djsselbloem (Presidente del Eurogrupo) espetó: tanto la UE como el Eurogrupo vigilarán el cumplimiento
estricto de las reformas pactadas.