Dicen que las comparaciones son odiosas.
¡Un tópico! En los estudios, en el trabajo individual,
entre grupos de trabajo, áreas geográficas (con sus particularidades), entre
provincias, comunidades y estados, es inevitable realizar un proceso evaluador
y comparativo con nuestro entorno, un benchmark político, económico y social.
Se usan estándares asimétricos en factores
económicos que inciden directamente en los más desfavorecidos.
¡Productividad! Recortando salarios,
cargándose el Estatuto de los Trabajadores (por cierto, los empresarios
prefieren despedir que pagar la
tarifa plana), recortando en la educación, sanidad y fomentando la precariedad
laboral. Nadie asume la formación “competencial” en la empresas
y me refiero a las pymes, micro pymes y autónomos. Los poderes públicos se han
diseñado un ecosistema socioeconómico
de estabilidad y privilegios ¡nada de
sobresaltos! No les interesa fomentar la formación “competencial” dentro de la
propia empresa, trabajadores especializados y con un futuro laboral prolongado
en el tiempo. Es la manera de crear valor añadido. Vivir
bajo la amenaza del despido, la
no renovación, el contrato de un mes, un día ¡Que competencias puedes adquirir!, si tu objetivo es sobrevivir. ¡Y la reforma fiscal! Más de lo mismo, (+ indirecta) por (-menos directa) y
la vida sigue igual, favoreciendo claramente a los que más ganan, olvidando por completo los principios que sobre
este particular ordena nuestra Carta Magna. Me creo ¡al
sabio! que “no quedará títere con cabeza”.
Los tipos de interés aplicados por las entidades de crédito.
España, en comparación con la Zona €, apunta a uno de los
muchísimos signos de desigualdad. El 10,76% (operaciones hasta
5 años en España) frente al 6,20% (operaciones hasta
cinco años en la Zona €. Compilemos a
los mejores de nuestro espacio común e intentemos seguirles, creando una
sociedad cuasi mayoritaria en
cuotas de bienestar. Igualemos por arriba.
Fuente: Banco España |