Donald Trump gana claramente las elecciones y se convierte en el
45º Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. El fenómeno Trump no es
una locura, ha venido para quedarse a un lado y al otro del Atlántico. Será un
hombre excéntrico y raro, pero está claro que su antipatía hacia la inmigración
y el libre comercio no lo son. Muchos estadounidenses dejaron claro que
participan de esos sentimientos expresados por Donald. La señora Clinton es una
acomodada del statu quo, y posiblemente ha dejado en la calle a los más
vulnerables y a una gran parte de la clase media. No había un mensaje
esperanzador, respuestas.
El libre comercio y la inmigración beneficia a los Estados Unidos,
según sus defensores. Tal vez en la campaña no lo han sabido explicar. Hay una
minoría de trabajadores que se sienten perjudicados y le echan la culpa al
fenómeno inmigratorio, se siente desamparada y busca refugio, ayuda y
protección en políticos como Trump.
El comercio, en términos generales goza de una liberalización
importante. Los beneficios los tratados TPP se están exagerando en demasía. Dani Rodrik profesor de la universidad de Harvard es escéptico de los beneficios
generalistas de la globalización.
Globalización e inmigración son el caldo de cultivo de los
populismos en EEUU y Europa, con preocupaciones diferentes, pero en el mismo
sentido. El Brexit se puso de manifiesto en aquellas zonas del Reino Unido
donde hubo más crecimiento de población inmigrante. Esto mismo ocurrió en Norteamérica,
en los condados con mayor tasa de inmigrantes, incluso teniendo bajas tasas de
paro. El próximo examen está en Francia pon la derecha radical populistas y que
claramente de puso del lado de Donal Trump.
Los populismos de izquierdas van en la misma dirección. ¿A quién
beneficia los tratados TPP? La regulación de productos y servicios, protección
intelectual y un sinfín de normas comerciales hacen que las izquierdas más
radicales estén convencidas de la pérdida de soberanía nacional para la defensa
de los perjudicados por estos acuerdos, en favor de las grandes compañías y
corporaciones. Un ejemplo claro es la región de Valonia (Bélgica). La Unión
Europea y Canadá debieron hacer concesiones para superar la oposición belga.
España ni pincha ni corta. Este “esperar”, “no hacer nada” y decir a todo “que
si” motivará los populismos. España necesita respuestas para la gran mayoría
social, en estos dos apartados. Los
desfavorecidos y la clase media trabajadora necesita respuestas a su deterioro.
Los precios del oro se han disparado casi un 5% durante la mañana
de la jornada de negociación de este miércoles en Europa, después de que Donald
Trump sorprendiera en los mercados al ganar las elecciones a la presidencia de
Estados Unidos. Valor refugio.
Evolución de los tratados de libre comercio y porcentaje de Pib
global