Pasaron muchos años. En los primeros años de la década de los 70, un profesor jovencito, Xosé Toba Quintáns, irrumpió en U. L. de Culleredo. Recién salido de la Universidad de Santiago. Tiempos maravillosos, ilusionantes y algo convulsos.
Toba me presentó / nos presentó a JR Jiménez, Alberti, Machado, la Generación del 27. Un compendio de literatura, escritura y gramática. Trabajos y talleres con los textos de JR Jiménez.
Y vino Guillén, Lorca, Cernuda, V. Alexandre. Aquel profesor era innovador, diferente, entusiasta y sencillo. Un amigo, un mentor.
Tampoco conocía la efervescencia de los autores latinoamericanos: los Borges, Cortázar, Onetti, Llosa, G. García Márquez, Sábato.
Con José Toba descubrí La Hija del Mar de Rosalía y que la autora dedicó a Murguía. "A ti que eres la persona a quien más amo, te dedico este libro, cariñoso recuerdo de algunos días de felicidad que, como yo, querrás recordar siempre. Juzgando tu corazón por el mío, creo que es la mejor ofrenda que puede presentarte tu esposa".
Recuerdos inolvidables, intensos, siempre presentes, grabados de aquel joven profesor Toba Quintáns.
Descubrí la Librería Arenas (Cantón Pequeño de A Coruña). La verdad es que la visité mucho y compré muy poco. Estaba canino, sin un duro. Nostalgia, saudade.
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