El Castro de Trelle.
Es la primera vez que visito este lugar; una gran masa forestal principalmente de pinos entremezclado con bosque autóctono. Por las dimensiones y su ubicación podría convertirse en el Parque Natural de la ciudad de Ourense y su área metropolitana.
A 633 metros sobre el nivel del mar, en la cima de los Montes do Castro que también es vértice geodésico, confluyen varios concellos: Barbadás, Cartelle y Toen. Y, a la altura de Pedra Furada, el concello de A Merca. Al lado del vértice geodésico se levanta una torre de metálica para la vigilancia de los incendios.
Por esta zona hay una gran cantidad de pistas de tierra en distintos sentidos y algunas se entrecruzan y bifurcan en el entorno en el que se ubica una base de helicópteros y un destacamento contra incendios, en terrenos del concello de Toen.
Interesante lugar para rutas de senderismo variadas, improvisadas y adaptadas a la capacidad física de cada caminante. Quizás se echa de menos la confección de distintos recorridos señalizados con sus respectivas variantes para que los senderistas pudieran combinar alternativas y disfrutar de este pulmón próximo a la Ciudad de las Burgas.
Nuestro recorrido no iniciamos en el pueblo de Bentraces, pasado al lado del Pazo de Bentraces, lugar de morada episcopal del Monasterio de Celanova. Construcción que pasó por diferentes etapas arquitectónica a lo largo de su historia. Hoy convertido en un hotel rural.
A la salida del pueblo, cruzamos el regato Barreiro y pronto divisamos un precioso cruceiro y más adelante una fuente y una zona de descanso.
Seguimos caminando pausado, pasando a la altura de dos campos de fútbol; medio rodeamos el segundo para visitar a la pequeña capilla de San Roque. Llegamos a la zona donde la Xunta de Galicia tiene la base de helicópteros y sus correspondientes instalaciones. Llegamos A Pedra Furada. Después de una pequeña subida llegamos al Castro de Trelle, a una altura superior a los 600 metros con miradas a los valles del Arnoia y del Miño. Este castro fue descubierto en el año 1956 por un avión americano que lo reconoció mediante una fotografía.
En agosto del año 2009 un maderero cortó cinco puntos de la muralla y del foso del Castro de Trelle (protegido por la Dirección Xeral de Patrimonio) cuando realizaba trabajos de ensanche de los caminos para la extracción de una tala de pinos del monte vecinal. El castro nunca ha sido excavado por los especialistas.