Los inversores parece que se están tomando en serio la crisis de Turquía, que sigue presente en los mercados, también en Europa. Los índices de las plazas españolas siguen anotándose posiciones negativas. Nuestro selectivo, Ibex 35 el pasado martes intentó rebotar sin conseguirlo al igual que el resto de las plazas europeas. La tónica generalizada fueron las caídas y las aperturas a la baja del día siguiente.
La lira turca está en el ojo del huracán, si bien el martes rebotó frente al billete verde, para en los días siguiente regresar a los números rojos. La crisis de la lira es un hecho al igual que la economía turca. Los especialistas parecen coincidir que mientras el Banco Central Turco no tome medidas de política monetaria, la situación de la lira no se estabilizará. La solución pasa por la subida de tasas de interés oficiales por parte de las del país otomano.
En estas últimas fechas en la divisa del Tío Sam ejerce como refugio de muchos inversores ante la debilidad de otras monedas en la que se encuentra el euro.
Los inversores ansían que el gobierno de Turquía implemente medidas que mejoren a la economía en general además de la subida de tipos. Erdogan pide a los ciudadanos que ayuden a mantener la lira, sin mencionar la posibilidad de una subida, manifestando la bravuconada de que perseguirá a los terroristas económicos que están arrastrando al abismo a la lira. Y responde a los aranceles de Trump con el boicot a los productos electrónicos de los Estados Unidos. ¡Vaya dos!
Otro problema para la lira turca es la falta de independencia del Banco Central Turco para tomar medidas de política monetaria que estabilicen la moneda. Erdogan se niega la posibilidad de una subida.
El BBVA mantiene su confianza en Turquía, a pesar de las penalidades de la economía y el sector financiero turco. Su filial Garanti está penalizando fuertemente al BBVA, sin embargo, el banco español ha decidido aumentar sus expectativas de este año para Garanti.