El cambio había comenzado. El día uno de diciembre de 1982
Felipe González fue investido Presidente del Gobierno de España. Sin duda una
fecha histórica, importante para el devenir de una nueva época diametralmente
opuesta a etapas pasadas. Integración de nacionalidades, neutralidad política
del Ejército Español con supeditación al poder civil, la modernización de la
sociedad y la integración de sus ciudadanos en los valores democráticos. El
Partido de Pablo Iglesias gobernaba España por primera vez y en solitario.
Algunos datos económicos de la época: desempleo 17%,
inflación 15%, un billón de pesetas de la época de déficit público, un tejido
industrial obsoleto. Europa había realizado programas de reconversión industrial.
Aquí estaba todo pendiente por hacer en la minería, astilleros, textil y
siderurgia. El tema agro mejor no entrar.
Penosa situación económica
de la que no éramos conscientes, yo no lo era. Se devaluó la moneda un 8%,
ahora la Sra. Merkel no deja y prefiere que una tarea de política monetaria del
BCE se trasvase a los trabajadores por
la vía de la reducción salarial continuada. Las ideas de la época eran política monetaria y moderación salarial y lucha contra la
inflación. Quizás lo que no se entendió bien fue la subida del precio de la
gasolina en un 21%.
Dos legislaturas son suficientes para desarrollar las
capacidades al frente de una presidencia o tarea pública. Son muy importantes
los servidores de la patria y sobran salva-patrias. Aznar fue honesto, lo mismo Zapatero.
Este fin de semana en toda la prensa se habló de la
Conferencia política del Partido Socialista. Como foro de debate me parece
genial, si se generen nuevas ideas, para contrarrestar los vientos huracanados
cargados de rancia teología neoliberal.
"Hemos definidos un proyecto y marcado una alternativa
clara con la derecha y salimos dispuestos a reencontrarnos con una mayoría
social progresista de este país” Pachi López en Europa Press.
Un nuevo proyecto, cojonudo ¿y el equipo? ¿El director? Hemos vuelto
compañeros, el soe ha vuelto compañeros. ¿Han vuelto los mismos? Tristeza. Lo
ideal: nueva partitura, nueva orquesta y nuevo director. Se necesitan otras
personas que hagan creíbles las nuevas ideas. Lo malo conocido mejor que lo
bueno por conocer significa resignación.
Con los nuevos proyectos emergen nuevos valores, limpios,
sin rémoras del pasado. Se sirve al País permitiendo que surjan nuevos líderes;
busquemos en la juventud nuestro destino y hombres de estado, de los que
desgraciadamente carecemos. Acertaremos apostando ciegamente por la juventud.