Buenos días.
Jueves, 16 de octubre de 2014. La tercera
recesión puede llegar
La economía europea empeora a pasos
agigantados y sus dirigentes son incapaces de ponerse de
acuerdo. Las caídas de las bolsas
ayer, son la respuesta a los temores reales. Confrontaciones
entre el Banco Central Europeo, Alemania y el resto de economías de
la Eurozona son una realidad. Tasas de paro impresentables, crecimientos cero o negativos, productividad industrial negativa, una demanda
interna contraída, acosada por las políticas neoliberales discriminatorias. Se habla de baja inflación, cuando en realidad estamos al borde de la deflación. ¡Alarma económica! La situación actual debería ser suficiente para acelerar los cambios en la política económica europea. ¡Es una necesidad!
Mario Draghi, presidente del
Banco Central Europeo, ha insinuado que la postura
fiscal de la Eurozona es demasiado austera tomando en
cuenta la debilidad de la economía y ha advertido que la política monetaria no puede hacer todo el trabajo pesado por su cuenta.
Desgraciadamente el señor Mario está maniatado por
Alemania. Tal vez nuestro destino sea la
tercera recesión en los últimos siete años.
España ha sido el alumno aventajado de las políticas de ajuste, cuestionadas por los diversos sectores de la sociedad. Lo que es bueno para Alemania, es malo para España.
Tal vez quien cubra las espaldas al gobierno
conservador español, sea el plante a tanta austeridad, por parte de las autoridades pseudosocialistas francesas. Ser insumisos es igual de bueno y malo que ser sumisos. España es sumisa.
“Necesitamos un
gran acuerdo en el que los gobiernos nacionales entiendan que la política
monetaria sólo podrá dar frutos si es acompañada de reformas estructurales y una
política fiscal responsable, incluyendo una menor austeridad en Alemania”,
señala Marcel Fratzscher, director del Instituto Alemán de Investigación
Económica, un centro de estudios de Berlín sin afiliación partidista. (wsj)
Los datos de producción
industrial en la Eurozona (mes de agosto) fueron negativos (-1,8%), Alemania un (-4,3%).
Las autoridades germanas han reducido sus previsiones
de crecimiento. Se añade el problema bancario de Grecia
(facilitar el acceso de liquidez al sistema
bancario griego), motivado por las tensiones del mercado de
deuda. Tanta austeridad sobre los griegos
ha provocado que, en un posible escenario de
elecciones anticipadas, lleguen al
poder partidos de izquierda (Syriza), contrarios y muy críticos con el rescate heleno. Los inversores temen a este posible escenario.
No olvidemos que las turbulencias de los mercados
responden a la preocupación de los responsables
políticos, que pensaron que la deflación estaba superada.
¡Aparece, por momentos, el fantasma deflacionista, que
todos ven pero nadie reconoce!