El Impuesto sobre
el Valor Añadido (IVA) en la Unión
Europea es un impuesto sobre el consumo en
general, evaluado en el valor agregado a los bienes y servicios. Se aplica más
o menos a todos los bienes y servicios comprados y vendidos para su uso o
consumo en la Unión Europea.
Las mercancías
vendidas para exportación o servicios vendidos a clientes en el extranjero
normalmente no están sujetas al
impuesto sobre el valor añadido. El IVA se cobra como un porcentaje del precio, lo que significa que la carga fiscal
real es visible en cada etapa de la cadena de producción y distribución.
VER Directiva de laUE 2006/112/CE, en vigor desde el 1 enero de 2007, es la principal
pieza de la legislación comunitaria en materia de IVA. Garantiza que el IVA
aportado por cada Estado miembro a los recursos propios de la Comunidad se
puede calcular, mientras que los Estados miembros muchas excepciones posibles y
las excepciones a la cobertura normal del IVA. Debido a que la Directiva sólo
establece un porcentaje mínimo del 15% fijado hasta el
31 de diciembre de 2010, las tasas varían entre el 15% y el 25% en los Estados
miembros. También hay varias excepciones temporales, por ejemplo, los tipos de
IVA cero para algunos productos en el Reino
Unido e Irlanda.